El mejor desempeño deportivo de mi vida

Patricio Tisalema a máxima velocidad
A medida que ganaba altura, me sentía más solvente, me encaramaba en rampas largas con un excelente ritmo, me sentía súper solvente. Siempre pensaba que algo podía pasar en mi fisiología, por la velocidad con la que subía y por la gran altura a la que me encontraba. En esos momento me acordaba de mis entrenamientos a máxima velocidad corriendo en el Cotopaxi o hacia la cumbre del Chimborazo, igualmente pensaba en mis mejores momentos hacia la cumbre del Aconcagua o cuando subí mi anterior 8 mil el Shishapangma donde, por cierto, realicé el primer ascenso alpino puro del Ecuador, también pensaba en las innumerables veces que subí en bicicleta al Guagua Pichincha, y bueno, me acordaba de los momentos más duros de mi largo entrenamiento de más de 2 años y con esto me recargabade confianza.
A esa altura, el 99% de ascensionistas llevan oxígeno, van extremadamente despacio y están muy extenuados. Y yo, cada vez me sentía más fuerte. Me imaginaba como debe ser en las maratones de 40km donde los buenos corredores al pasar los 30 km, tienen ya un ritmo difícil de parar. Así me sentía yo. Un misil. Una máquina de ascender.
Además, mi grado de entusiasmo y motivación estaba en sus niveles más altos. Tenía tanta gente linda que estaban conmigo a la distancia, me llegaban miles de mensajes de apoyo a través de internet. Mi equipo de auspiciantes que apostaron por mi. Los diferentes medios del país y de afuera. Arriba en el C3 estaba mi amigo del alma y entrenador Rafael Martínez con Dawa listos con todo lo necesario para mi llegada y para el ataque final a la cumbre. Tenía un clima excelente. Mi familia y todos los míos reunidos orando y enviándonos la mejor energía. Realmente no podía pedir más.
En momentos cuando reflexionaba y meditaba sobre el sitio donde me encontraba y lo que estaba haciendo me sobrecogía y se me iban las lágrimas de la emoción. Continuaba subiendo con un ritmo magnífico. Ya empezó a oscurecer y por radio le decía a Rafael que yo ya estaba cerca de llegar. Visualizaba ya el gran momento en que llegue a la cumbre. Planificaba a quién voy a llamar primero, naturalmente a mi familia, luego pensaba al Ministro del Deporte “Francisco Cevallos” que me había confiado su número celular personal para este gran momento, luego llamaré por aquí y por allá, pensaba, mientras continuaba ascendiendo.
Alcanzando el Campo más alto del mundo 8300m

Alcanzando el campo más alto del mundo
Mientras continuaba ascendiendo visualizaba el tramo final. “El más difícil”. Por supuesto siempre estaba consciente de los riesgos, pero también del cuidado que siempre ponía y que iba a intensificar en la última parte, de la misma manera que hice hace 6 años en mi primer ascenso. Sabía que habían varios muertos en la ruta, y que como la vez pasada: “haré una pequeña oración al pasar al lado de ellos”. Bueno mi cabeza daba vueltas alrededor del último tramo.
De esta manera acompañado de buena música, avanzaba. Ya pude divisar la carpa donde estaba Rafael y Dawa. Había sido un tramo muy largo desde el C2 al C3. Eran ya las 20h00 y ya había ascendido 2000m de desnivel, desde 6300m hasta 8300m en un tiempo bastante corto. ¡Magnífico!
Así llegué a nuestra carpa en el C3. Allí me esperaba Rafael y Dawa. Ellos habían llegado unas horas antes. Me tenían listo hidratación y algo de comer. Inmediatamente llegué hice una llamada a mi familia. Luego, Rafael me dio unos masajes en las piernas, me puso linimentos y relajantes. En el C3 iba a tomar un buen descanso, relajar piernas y recuperarme para el asalto final. Ya sólo me faltaban 600m hasta los 8848m de la cumbre.
Rumbo a la cumbre más alta del mundo

Patricio Tisalema en la cumbre del Everest en su primer ascenso en mayo del 2006
Rafael me decía: “Vienes con un ritmo excelente, te vas a adelantar enseguida en el ataque a la cumbre”. Yo le decía que sólo aceleraría un poco si me siento bien en los últimos 200m. El record mundial por la ruta norte es de 22h30. Yo jamás había hablado de records, pienso que hay muchos imponderables que no están bajo mi control, pero siempre he visto muy viable hacerlo en menos de 24 horas. Rafael me decía puede que asciendas en menor tiempo que el record, yo le decía: “Puede ser, pero no es mi objetivo principal”. Mi objetivo es: “Subir en las mejores condiciones y en menos de 24 horas” y, así mismo, bajar en buenas condiciones.
A 8300m en el campo más alto del mundo, tenemos el 30% de oxígeno de lo normal y eso detiene todo proceso en el metabolismo del cuerpo. Además, todo se aletarga, absolutamente todos los movimientos son súper lentos. A esa altura prácticamente no se come nada. El C3 no es un campamento para dormir o pasar una noche, es sólo un campamento de paso, en el que se descansa unas horas antes de hacer el ataque a la cumbre, que por lo general inicia alrededor de la media noche, y así mismo se lo usa sólo unas horas en el descenso para descansar y luego continuar hacia el C2, donde hay más oxígeno y se puede dormir mejor.
Empezamos ya a preparar la salida, Dawa subiría con 3 tanques de oxígeno y Rafael con 2. La idea es que ellos suban en las mejores condiciones posibles, de manera que podamos ir juntos. Yo subía sin oxígeno. Antes de salir llamé a mi familia a decir que estamos listos y que en unos minutos ya iniciamos el último tramo y que les volveré a llamar desde la cumbre.
La caída de Dawa
Así llegó el momento, primero salió Dawa de la carpa, se estaba preparando afuera, luego salí yo y finalmente Rafael. La noche lindísima con una luna creciente que alumbraba levemente la Cordillera del Himalaya en lontananza, había poco viento. Yo estaba emocionado, todo iba de maravilla y estaba ya con mi gente listos para subir juntos. Rafael decía que yo me voy a adelantar por el impulso que ya traía. Yo decía si acelero lo haré por arriba de 8700m. La idea era permanecer juntos lo más posible por cualquier cosa.
Unos instantes antes de iniciar veo cómo Dawa se desploma sobre la carpa y pienso que se tropezó; estamos en la oscuridad de la noche y le pregunto si esta bien. Él me responde aturdido: ¡No! Me acerco a ayudarle e inmediatamente él empieza a vomitar. Yo pensaba que tal vez los últimos esfuerzos lo marearon un poco, cosa que a mí me ha pasado un par de veces y después de unos minutos me he recuperado, sobrepuesto y he continuado. Lo ingresamos a la carpa y lo protegimos. Mientras tanto Rafael y yo, esperábamos que él se recupere.
Realmente en un inicio no pensamos que alguien con su aparente fuerza se iba a enfermar gravemente en la última parte de la Expedición. Rafael y yo continuábamos afuera más de media hora expectantes que Dawa se recupere, mientras ajustábamos un poco más aquí y allá. Luego entré a la carpa y le pregunté a Dawa como seguía, a lo que respondió con voz muy aturdida que no sabe, pero no estaba bien. Fue en ese momento en que empecé a sentir que algo estaba mal.

Dawa muy saludable durante la expedición antes del percance
Angustia y frustración en el Campo más alto del mundo a 8300m
Ya nos empezamos a enfriar y yo, todavía estaba en mi ascenso con la expectativa de subir entre unas 6 ó 8 horas a la cumbre. Pensamos una serie de alternativas. Yo estaba con el impulso de subir, toda mi vida, mi filosofía, mi razón de ser, estaban enfocados en la cumbre y fuera de este percance, el panorama era ideal. Los más de 2 años de esfuerzo estaban ahí. Estaba listo. Pero luego, nuevamente analizando con Rafael, la mejor decisión era quedarnos con Dawa, no sabíamos que le pasaba.
Así que volvimos a la carpa y realmente nos dimos cuenta que Dawa estaba mal. Le pregunté si quiere oxígeno y me dijo muy entrecortadamente que sí. Yo nunca ni he tocado las válvulas de oxígeno, así que le dije a Rafael que le ponga el oxígeno. Él le atachó la válvula y le reguló una salida apropiada de oxígeno. Sentimos que se puso un poco más estable. Mientras tanto nosotros estábamos cruzando todas las ideas posibles de qué hacer con respecto a Dawa, en ese momento debido a la gravedad de Dawa mi ascenso pasó a segundo plano.
Tratamos de establecer un cuadro de síntomas, pero las condiciones de él eran tan malas que él no podía respondernos con claridad. Rafael tenía que asegurarse de tanto en tanto que él esté bien conectado el oxígeno, que no se asfixie en cada vomito, en limpiar sus vías respiratorias, que este bien protegido (había 15ºC bajo cero dentro de la carpa). Pensábamos en edema cerebral, mal agudo de montaña, Rafael inclusive pensó en un Surmenaje (aunque el trabajo de él con nosotros fue relativamente menor al normal de un Sherpa con otros clientes).
Patricio aborta el proyecto para salvar la vida de Dawa
Habían pasado casi dos horas desde que llamé a mi familia, así que una vez estabilizada la situación, les vuelvo a llamar, les comento que tenemos problemas graves con Dawa y que todavía no tenemos un norte fijo sobre lo que va a pasar. Yo todavía tenía esperanzas de subir, que Dawa se recupere y se quede bajo los cuidados de Rafael y bueno diferentes pensamientos desfilaban en mi mente. En fin, digo a mi familia que les llamo luego cuando ya tengamos algo más claro.
La presión sobre mi era muy fuerte, la decisión estaba tomada: “nos quedaríamos con Dawa por encima de todo”. Pero eso no quería decir que no haya más alternativas. Yo quería subir. Pensaba… ¿Qué le digo a toda la gente que está conmigo? Sentía que estaba defraudando a todo mi país. ¿Qué hago? ¡Qué impotencia! ¡Quiero subir! ¡Pero debo quedarme! Algunas veces se me fueron las lágrimas con ese sentimiento tan fuerte de impotencia, Rafael trataba de tranquilizarme. El tiempo seguía pasando. Nosotros seguíamos chequeando a Dawa. Él estaba estable con una mejoría muy leve.
Paliza en el C3, una extenuante noche asistiendo a Dawa
Ya eran las 4h00 de la mañana y decidimos: ¡Tenemos que bajarle de alguna manera! En ese momento llamo por radio a Lila el coordinador en el base, pero la comunicación es muy pobre por su inglés. Llamo por satelital a Kathmandu a la agencia y le comento que necesitamos hacer un rescate emergente a Dawa, estamos los 2 solos con Rafael y necesitamos apoyo, Por fin luego de unas dos horas Ganesh (propietario de la agencia) nos informa que ya suben dos sherpas que Lila había coordinado en el base.
Continuábamos asistiendo a Dawa y este cada vez presentaba un poco más consciencia. Ya amaneció, habíamos pasado toda la noche dando los cuidados necesarios a Dawa: Medicinas, hidratación, abrigo, oxígeno, despejando su boca, entre otros cuidados que definieron que: “Dawa esté vivo hoy”.
La preparación del Rescate de Dawa

Dawa Sherpa & Patricio Tisalema en el Hospital en Kathmandu
Él usaba media carpa ya que siempre estuvo en posición fetal. Nosotros estábamos congelados, pasar una noche “no planificada” en el campamento más alto del mundo a 8300m, en la zona de la muerte, cuidando como a niño a nuestro Sherpa, con la preocupación y tensión constante de mantenerle vivo y salvo. Y yo con una presión, desesperación e impotencia que se me va de las manos mi proyecto, sumado a esto la falta de oxígeno a 8300m que se hace cada vez más y más presente cuando se esta sin movimiento, junto a todos estos factores, definitivamente nos dieron una gran paliza esa noche.
Esperábamos que lleguen los Sherpas, que a la final nunca habían confirmado que iban a subir. En eso por radio Lila desde el campo base nos confirma que también están subiendo desde el campo 2 el español Ferran la Torre y su sherpa Retemba. Fue tranquilizador saber que venía alguien.
Posteriormente al ver que Dawa estaba más consciente lo hicimos incorporar por primera vez a eso de las 10h00. Habíamos pasado una fatídica noche, “Más de 12 horas en uno de los sitios más inhóspitos del planeta” Una vez él ya sentado y conversando analizamos mejor la situación. Luego de unos veinte minutos que Dawa se incorporó por primera vez llegó Retemba, venía con oxígeno y le aventajó aproximadamente una hora a Ferran. Le ayudamos y preparamos para que Dawa salga de la carpa se ponga sus botas y Retemba nos dice que baja con él inmediatamente.
Aparentemente Dawa continuaba recuperándose, estaba mejor y más consciente. En ese momento tenemos comunicación por radio con Ferran, le digo que Dawa está bajando con Retemba aparentemente bien y si es así, tal vez, podamos subir junto con él esa noche a la cumbre. Sí hubiera sido viable, al menos quería llevar la cumbre a Ecuador, ya que por el rescate de Dawa no pude subir en 1 día. De esta manera Ferran me dice que le espere en el C3 para definir cualquier situación.
El Descenso

Patricio Tisalema bajando del Everest en el 2006
De todas maneras yo sentía que ya se fue de mis manos mi proyecto. Estaba expectante de ver qué dirección toman las cosas. Ya había pasado unos 45 minutos que Dawa se fue con Retemba cuando oímos un grito, ¡Era Ferran! Sacamos las manos por fuera de la carpa, pues pensábamos que Ferran nos gritaba para localizarnos. Él se había encontrado unos 30 metros abajo con Retemba y Dawa, los cuales no habían bajado más que eso, no teníamos vista desde la carpa y nunca les vimos y Retemba no nos había dicho nada, nosotros metidos en la carpa, pensamos que estaban avanzando hacia abajo.
Ferran nos dice gritando desde abajo: ¡Dawa no se mueve casi nada! necesitamos bajarlo entre todos. ¡Punto final de la expedición! ¡Digo yo! ¡Tenemos que bajar entre todos a Dawa!¡¡OK!! ¡Ya bajamos! Nos alistamos y bajamos. Moverse a 8300m es una tarea muy dura, todo es como en cámara lenta. Necesitamos al menos unos 45 minutos hasta preparar todo y dejar los equipos protegidos.
Posteriormente se suponía que nos iban a dar otro sherpa, al menos a que suba a los diferentes campamentos a bajar nuestros equipos. Nunca nos enviaron.
Una vez que estuvimos listos iniciamos el descenso. Los buscamos en todo lado y no estaban, ¿Cómo puede un enfermo así, bajar tan rápido? Llamamos por radio al base y nos informaron que ya están por el C2. Ferran había aplicado una inyección de Dexametasona a Dawa, la cual luego de unos minutos le causo un impulso para incorporarse y bajar súper rápido. Cuando nosotros llegamos al C2, los veíamos llegar ya al C1, 700 metros más bajo que nosotros. Continuamos nosotros bajando luego al C1 y luego al base, jamás los alcanzamos.
La mentira y el protagonismo del español
Una vez en el base, Ferran nos dice que tiene una inconformidad con nosotros. ¿Por qué no bajamos antes a Dawa? Le explicamos que luego de asistir toda la noche a Dawa y además de pasar una tortuosa noche por todo lo que sucedió ahí y en esas condiciones, Dawa justo se incorpora por primera vez unos 20 minutos antes de que llegue Retemba. La sola idea de sacarlo era mortal. Era imposible sacarlo entre los dos.
Bajar del campo más alto del mundo a una persona que carecía de instinto de reflejo y total movimiento. La idea hubiera sido simplemente descabellada, se hubiera congelado en menos de una hora y nosotros no lo hubiéramos bajado más de 100 metros antes que caigamos totalmente fundidos. Con estos argumentos dejamos allí la conversación.
Unas horas después me llama mi Webmaster y me dice que hay noticias en el internet de que Ferran ha publicado que ha encontrado a un “Sherpa abandonado” y que “él lo ha rescatado”.
¿¿What?? ¡Se me suben los humos al cerebro! y digo ahora sí, ¡A éste se le sobre dimensionó la emoción y el protagonismo! ¡Nosotros nos sacamos la madre toda la noche cuidando a Dawa y salvándole la vida! ¿Para que él venga a darse de héroe?
¡¡Se me suben los humos al cerebro!!
Rafael me dice,¨ ¡Tranquilo Pato! Tranquilo. Tenemos que aclarar tranquilamente¨. ¡Pero él ya puso en el internet!: “Encuentra sherpa abandonado a 8.300m” ¡Osea… cuando él lo encuentra! ¿Nosotros desaparecimos? ¿Nos volvimos invisibles? ¿Qué crédito quiere darse?
Bueno, en la carpa principal me limité a hablar tranquilamente, él admitió su exageración. Aludió que en la altura las perspectivas son diferentes y bueno. El asunto es que él no supo nunca que Dawa recién se había incorporado y que toda la noche él no tuvo capacidad de movimiento, por lo que pensó que nosotros no procedimos a evacuarlo por negligencia, y, por este motivo soltó semejante declaración.
Al final yo no estaba para armar líos, estaba golpeado por todo lo acontecido, de manera que llegamos a un acuerdo final y ahí quedó la cosa. Al menos eso pensé yo. Al regresar a Kathmandú nos enteramos que se habían generado algunos blogs de discusión sobre el rescate. Debido en gran parte a las declaraciones no verídicas de Ferran.
En un principio dijimos que quede así la situación, pero realmente este español y su amigo Nacho Orviz siguieron hablando de su heroico rescate a Dawa en los diferentes medios de comunicación de España, en desmedro de nosotros. Sí es cierto que él le puso Dexametasona a Dawa, acción física de mover los brazos, él esta en todo su derecho de sobredimensionar su acción como su ética lo guíe, pero no desacreditándonos. Además, después de que él le puso la inyección, Dawa se disparó súper rápido, como muestra un video del mismo español en youtube, con sus propios medios hacia abajo hasta el Campo Base. El español no tuvo que cargar absolutamente nada y nosotros bajábamos listos para apoyar 45 minutos atrás.
En teoría él le puso una inyección, pero una operación de rescate, como su nombre lo indica mmm…no sé, él nunca levantó, nunca coordinó ni cargó nada y muchos menos su amigo Nacho quien declara en contra nuestra en el diario «El Comercio» de España: «Los ecuatorianos se desentendieron de su Sherpa»,Orbiz no hizo absoluamente nada, pues él en esos momentos estaba enfermo en el campo base avanzado. ¿Qué puede decir él de lo que pasó? Sí él nunca estuvo ahí.

Dawa Sherpa en el campo3 explicándonos sobre su parálisis parcial
Yo me pregunto ¿Cuándo Ferran hizo un esfuerzo físico como el que nosotros hicimos? Sacarnos la madre toda una noche en el campo más alto del mundo, con los ahogos propios por la falta de oxígeno a esa altura, congelados, sin sleeping, sin alimentarnos, cuidando hasta que no se le salga la mascara de oxígeno a nuestro Sherpa, en medio de una frustración psicológica por tener que abandonar un proyecto por el que habíamos apostado todo por casi 3 años, horas y horas de llamadas al campo base y a Kathmandú para coordinar su rescate y toda la golpiza que pasamos toda la noche en ese campamento. ¿Dónde queda todo eso?
Para que este español, luego de haber hablado con nosotros en el C3 y quedar en que nos alistábamos inmediatamente y bajábamos para ayudarles haga un video en el que está llorando ¡con las mayores lágrimas de cocodrilo!, y luego lo publique en youtube y hasta escriba con subtítulos una gran mentira, su propia contradicción, de esta manera:
¡Parece que hay un Sherpa abandonado!
¡Los ecuatorianos lo han dejado sólo!
¡No sabemos donde están!
¡Parece que se quedan aquí!
¡Qué cara más grande!
¡Es increíble!
Y luego él llora.. ¡A mí casi me rompe el corazón!
Y después para contradecir su heroico rescate él mismo filma a Dawa y Retemba descendiendo normalmente ¿Dónde estuvo el heroico rescate? si él mismo afirma con lágrimas y en sus propias palabras:
¡Ya están bajando los Sherpas!
A mi me importa un pepino que él se proclame héroe nacional en España, se de todos los créditos por su «heroico rescate» y todo lo que él quiera ¡Pero no en deterioro nuestro! y peor publicando con títulos sensacionalistas:
¡Los Ecuatorianos que abandonaron a su Sherpa!
Yo como andinista no puedo creer que una persona así, sea digno de que la montaña lo reciba. Talvez por eso no pudo coronar el Everest en su 6to. intento. Y ahora está usando su épico rescate para justificarse.
La verdad, siempre nos preguntábamos con Rafael en el Campo Base Avanzado: «¿Por qué él no sube a la cumbre?» Ya salió del campo base avanzado dos veces rumbo a la cumbre y las dos veces regresó, cuando todo mundo subía por cientos, personas sin nada de experiencia alcanzaron la cumbre y
¡¡Él siempre regresaba!! – ¡Nos parecía lo más raro! ¡Ahora entiendo muy bien!
El retorno
Bueno, volviendo al campo base. La agencia nunca nos pudo dar otro Sherpa para que suba a ver nuestro equipo. Yo logré subir al C1 a recuperar un poco de equipo. El resto se quedó arriba. Luego iniciamos ya el retorno hacia el campo chino y posterior retorno a Kathmandú, donde fuimos a visitar a Dawa en el Hospital, nos informaron que se le había bloqueado la arteria que lleva sangre al hemisferio derecho del cerebro, por este motivo se le había paralizado algunas partes del cuerpo.
El Dr. nos informó que tomaría algunas semanas o un poco más hasta que lentamente se vaya recuperando pero que finalmente se recuperaría. Nosotros le ofrecimos ayudarle en todo lo que este a nuestro alcance y de esta manera nos despedimos e iniciamos ya nuestro largo viaje de retorno a Ecuador.