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Fecha de salida del tour: sábado 31 de agosto
Precio normal: $59
Niños y tercera edad: Reciben 20% de descuento
• Transporte.
• Alimentación.
• Guianza profesional de montaña.
• Curso de introducción al montañismo.
• Pasaporte de montañista Mountain Tours.
Quedarás deslumbrado por todos los paisajes nevados del Ecuador. Transitaremos por la impactante avenida de los volcanes y cerraremos nuestra aventura con broche de oro en los espectaculares Glaciares del Chimborazo.
Hacia la cumbre del Mt. Yariga
Antecedentes
La idea de escalar los Alpes de Japón nace hace siete años en mi primera vista a Japón, la cual realicé gracias a una beca de La Universidad Católica para perfeccionar el idioma. En ese viaje tuve la oportunidad de conocer el país, su cultura y también sus montañas. En este viaje surgió la idea de escalar sus montañas en una expedición ecuatoriana, idea que tuve que dejar en stand by, ya que tenía en mente el proyecto “Seven Summits” que fueron las montañas más altas de cada continente. Después de haber finalizado estos ascensos, renace la idea de la expedición ecuatoriana en Japón, este viaje prometía ser espectacular, ya que además de realizar los primeros ascensos nacionales y latinos a estas montañas, podía documentar los paisajes espectaculares del país donde nace el sol. Ningún ecuatoriano se ha aventurado todavía por estas tierras, de manera que traer estás conquistas e imágenes para compartir con los ecuatorianos era una situación que debía hacerse y yo era el hombre.
Visión
Desde muy temprana edad mi madre me enseño a cultivar los sueños, yo quería hacer algo grande para aportar a mi país, y mi deporte el montañismo me brindo el espacio, quería demostrarme a mi mismo y a los demás que los jóvenes ecuatorianos podemos plantearnos grandes metas, apuntar a lo más alto, tener ideales de talla internacional, fue así como nació la idea del proyecto Seven Summits, las cumbres más altas de cada continente, ascensos que los lleve a cabo exitosamente en estilo solitario, sin oxígeno suplementario, entre otros conseguí ser el único escalador de todo el continente americano en subir el Everest en este estilo, y ondeando nuestra bandera en las cumbres más altas del planeta. De esta manera realicé mi sueño, trayendo grandes conquistas para el Ecuador, dando el mensaje de realización de sueños, de motivación de optimismo, como me había planteado. Y de igual manera llevé a cabo la expedición Ecuador en las Montañas más altas de Japón.
Entrada al Mt. Tateyama
Rumbo a Japón
Posterior a un largo período de entrenamiento y preparación logística para ésta expedición, estaba pisando suelo japonés, la idea del proyecto fue escalar las montañas más altas de Japón, ubicadas en tres cordilleras que detallo a continuación con sus respectivos principales objetivos:
Los Alpes del Nortes Kita Alps
Mt. Tsurugi
Mt. Tateyama
Mt. Fuji
Los Alpes del área Kamikochi: Kamikochi Alps,
Mt. Yariga
Mt. Hotaka,
Mt. Nishi,
Mt. Oku
Mt. Mae
Los Alpes del Sur: Minami Alps.
Mt. Aino
Mt. Kita
Mt. Shiomi
Los Alpes del Norte – Kita Alps
Inmediatamente había llegado a Japón me enteré que el clima se estaba dañando especialmente en los alpes del norte, por este motivo decidí atacar primero esas montañas, el día siguiente de mi llegada ya estaba entrando al área de Murodo que es la puerta de entrada al grupo de montañas donde iba a escalar.
Durante el viaje de acercamiento además de la excitación por los lugares tan exóticos que iba visitando, no pude dejar de imaginarme que algunas de las rutas por las que iba debieron haber sido también transitadas hace centurias por las caravanas de los guerreros Samuráis, (antes de continuar, debo comentarles que soy en fanático de Japón, durante mis estudios del idioma y en mis viajes anteriores he llegado a conocer un poco su historia y cultura y entiendo que mucho de este país tiene que ver con el legado milenario de los Samuráis) continuando.. Ésta situación intensifico más mi excitación, ya que de alguna manera me sentía parte de eso, y siempre las historias de Japón y los Samuráis han hecho mis delicias.
A mi llegada el clima estaba despejado, pero podía ver como los fuertes vientos hacían remolinos con la nieve en las cumbres, eso me preocupaba doblemente ya que iba a tener fuertes vientos y tenía mucha nieve fresca suelta, me esperaban días de mucho trabajo y fuerte viento, el primer ascenso fue la cumbre del Mt. Tateyama, como no conocía la ruta y había nieve fresca, tuve que salir con los primeros rayos de luz, para poder divisar por donde debía transcurrir el camino. Tenía que subir una diferencia de altura mayor a 600m, en condiciones normales hubiera sido un ascenso moderado, pero con nieve hasta la cintura en la mayor parte del camino, me parecieron haber subido unos 2000m. se me hizo interminable el ascenso y más aún con la idea de que tenía tres cumbres más en las mismas condiciones y de mayor altura, estas montañas comparadas con nuestros andes no son tan altas, pero en los últimos 200m, ya me empezaron a parecer como estar en el Himalaya. La cantidad de nieve acabo con mis piernas, y lo peor de todo era que ya me iba haciendo un poco tarde y el descenso, con nieve aún más floja por el candente sol, me empezaba a preocupar un poco, así seguía subiendo y a la bendita cumbre que le veía tan cerca parecía no acercarme nada, de manera que en un arranque de coraje, tomé un buen ritmo, y no paré hasta llegar a la cima, llegué con las piernas acalambradas, estos sinsabores los conocía sólo por encima de los 8000m, pero bueno, en la última parte disminuyo la nieve y el ascenso fue en mejores condiciones.
Cumbre Mt. Tateyama
Finalmente estaba yo ahí, en la primera cumbre de esta expedición. Como en muchas veces anteriores me encontraba absolutamente sólo en la montaña. El panorama era conmovedor todos los Alpes de Japón completamente despejados. Yo estaba muy contento pero también muy preocupado ya que la mayoría de esos Alpes eran mi siguiente objetivo y oraba porque estén en mejores condiciones, así que al sentimiento de satisfacción, también le acompañaba un pequeño sentimiento de recelo y expectativa. Después de filosofar un poco sobre el acontecimiento hice mi ritual de agradecimiento a la montaña e inicié el descenso con esa pequeña carga sicológica. El descenso estaba en peores condiciones de nieve que el ascenso. Bastante agotado bajé hasta Murodó donde estaba mi campamento, para prepararme para mis siguientes ascensos, la situación fue muy parecida en mis siguientes cumbres, a las cuales claro salí más temprano y la más dura de todas fue el Mt. Tsurugi, el más alto de la región.
Los Alpes del área Kamikochi – Kamikochi Alps
Mi siguiente objetivo eran los alpes del centro de Japón, en el área denominada Kamikochi, los Montes Yariga, Hotaka, Nishi, Oku y Mae. Montañas súper famosas aquí, como para nosotros oír Cotopaxi. El acercamiento desde Kamikochi es muy interesante, esta zona en sus áreas bajas esta repleta de senderos para caminatas – trekkings. Pero conforme uno va ganando altura, la cantidad empieza a disminuir. Después de éste interesante recorrido estaba ya en la base de mi primer objetivo el Mt. Yariga. Aquí armé mi carpa y me dispuse a descansar, el siguiente día iba a ser muy duro, debía salir a las tres de la mañana, yo rogaba para que las condiciones de la nieve estén mejores que en los anteriores ascensos.
Cumbre Mt. Yariga
A las tres de la mañana estaba ya en pie. La noche súper despejada, con una estremecedora Luna que guiaba mi camino, el panorama amenazaba un sol candente en el día. En estos ataques tenía que subir una diferencia de altura de 1600m. Como en las anteriores ocasiones, la montaña estaba súper cargada de nieve floja, los primeros 800m no fueron mayor problema hasta el inicio de la nieve, pero a partir de aquí con nieve hasta la cintura en algunas partes, volvieron las fatídicos ascensos, parece que los dioses de las montañas japonesas estaban molestos conmigo, en todos mis ascensos tuve nieve floja. Por suerte el sitio de mucha nieve no era tan empinado como para producir avalanchas, de manera que subía tranquilo en ese sentido, pero sí extenuado por el trabajo que representaba abrir una ruta con esa cantidad de nieve. Así seguía transcurriendo el ascenso, a partir de las 9 am, el sol empezó a hacer lo suyo, de manera que yo empezaba a sentirme un «Pato al horno» y más con el reflejo de la nieve. La última parte no había nieve por lo empinado de la montaña, pero en cambio demandaba un ascenso técnico, que con bastante cuidado lo superé y aproximadamente a eso de las once de la mañana estaba ya llegando a la cumbre, con un clima espectacular, el Mt. Fuji se veía diminuto en lontananza.
Después de este gran esfuerzo y el desgarrador escenario que me rodeaba no pude evitar que se me fueran las lagrimas, habían transcurrido siete años, desde que me propuse escalar el Mt. Yariga, por allá en mi primer viaje a Japón y finalmente estaba ahí ondeando nuestra bandera en una de las cotas más altas de Japón, apropiado el momento para una corta reflexión, gratitud a la vida y a la montaña.
Después de este ritual inició el descenso. De la misma manera que las anteriores veces: nieve floja y clima candente. Ya estaba acostumbrado, y el futuro inmediato era un poco desconsolador tres cumbres más en las mismas condiciones, mi único aliciente era sentirme orgulloso de representar al Ecuador en estas lejanas latitudes y documentar estos instantes para luego poder compartir con todos ustedes.
Así, bastante agotado en la tarde llegué a mi campamento a descansar para mis próximos ataques, el Monte Hotaka, Nishi, Oku y Mae, que transcurrieron de manera similar, en los últimos dos se daño el clima, así que al menos la nieve ya no era tan suave pero en cambio mucho viento.
Los Alpes del Sur – Minami Alps.
Mis siguientes objetivos fueron los Montes Kita, Shiomi, Aino y Yatsuga.
Esta vez debíahacer un recorrido de montaña a montaña, conectando sus cumbres. Normalmente se realizan los ataques a cada montaña desde su propio campo base, y luego se retorna al campo base. En ésta ocasión debido a la singular disposición geográfica de estas montañas yo podía ir a mi siguiente objetivo, sin regresar al campo base, si no desde la misma cumbre, hacía mi siguiente campo base y así lo hice con estos cuatro macizos. Esto representa un gran esfuerzo ya que debía llevar todo el equipo y provisiones durante todos los ascensos y descensos. Tomé esta decisión un poco alocada, ya que se venía mal clima y además optimizaba valiosísimo tiempo y grandes distancias de acercamientos, el costo por esta optimización de recursos ¡la pagaba yo!. Llevando durante todo el recorrido el peso que normalmente se deja en un campo base. Bueno, en momentos, me auto consolaba diciéndome: ¡tranquilo Pato san!, ¡éste es un buen entrenamiento para tu siguiente súper expedición al Himalaya!. Además fue un esfuerzo que valió la pena ya que se venía mal clima.
Cumbre Mt. Kita
Después del segundo ascenso, empezó el mal clima, y así, con fuertes vientos y frio llegué a mi último objetivo, el Mt. Kita, ¡el segundo más alto de Japón! minutos antes de coronar esta cumbre empecé a sentir una gran exaltación, estaba a metros de finalizar este largo recorrido por las montañas niponas más importantes. Vinieron a mi mente todos los momentos de gran esfuerzo, cansancio, frío, calor, mala nieve, viento, alegría, panoramas espectaculares, gratitud, humildad, grandeza, reflexión, frustración, angustia, estrés, ira y más situaciones que me acompañaron en esta larga jornada; Y así poco a poco alcanzaba la cumbre, ¡Qué emoción!, se me inundaron los ojos, ¡la última cumbre de esta gran travesía! estaba acompañado de un intenso sentimiento de «misión cumplida»,
Un gran cansancio y ¡una gran mochila!
Misión Cumplida
¡Y estaba ahí! ¡Culminando mi meta! Todos los esfuerzos, preparación, constancia, perseverancia, tenacidad, terquedad, valieron la pena. Mi recompensa:había ondeado nuestra bandera en doce de las cumbres niponas más altas y realizado los primeros ascensos ecuatorianos y latinos por las montañas más altas de Japón. Hace siete años que me había planteado esta meta y hoy estaba culminándola, me inundaba un gran sentimiento de gratitud a estas maravillosas montañas, a todos los que estuvieron conmigo durante este periplo y a este fantástico país que siempre me ha tratado como a su hijo y me ha dado tantas realizaciones.
El Retorno
Después de estas cavilaciones y mi ritual de agradecimiento a los dioses de estas montañas. Inicié ya el descenso y retorno a la antigua cuidad de Edo “actual Tokio” para luegorealizarlos preparativos de mi regreso a mi siempre añorado Ecuador.
Patricio Tisalema Torres
¡Desde las cumbres más altas del planeta!
MONTE VINSON
LA MONTAÑA MÁS FRÍA DEL MUNDO POLO SUR – ANTÁRTICA
La idea de escalar el Monte Vinson, nació en mis inicios como andinista y se consolido con el Proyecto SEVEN SUMMITS, que consiste en escalar la montaña mas alta de cada continente, esta idea nació hace algunos años, pero la inicié en Noviembre del 2004, las Montañas a escalar son:
Como parte de preparación para el Monte Vinson se planificó subir el, Aconcagua, McKinley (Denali) Cho Oyu Mt. Everest, la montaña más alta del mundo en los Himalayas, Montaña que subí satisfactoriamente, convirtiéndome en el primer escalador de todo el continente en subir solo y sin Oxigeno.
Como parte del reto de subir la montaña más alta de cada continente, me planteé el desafió de cumplir este objetivo en un tiempo mínimo, ya que de esa manera, esto realmente se convertiría en un gran logro de montañismo a nivel internacional. Y también el asumir este reto me iba a obligar a elevar al máximo mis capacidades físicas y también mis capacidades organizativas y de ejecutor mas que todo para cubrir la cumbre financiera.
Objetivo general
Poner en alto el nombre de nuestro País, mediante el asenso a las 7 cimas más altas de cada continente en solitario en record de tiempo para de esta manera elevar y promover el entusiasmo, positivismo y la fe de los ecuatorianos, aportando con un cambio al actual deterioro de los valores y principios de nuestra sociedad
Objetivos específicos
Fomentar y motivar esta actividad sana que entre otras permite la evolución de la persona y el enriquecimiento del espíritu y del alma, así como el respeto y amor a la naturaleza. Fortalecer mi fuerza de voluntad y carácter, ennoblecer mi cuerpo y espíritu, enrumbar mis principios y valores e identificarme con mis propias convicciones y paradigmas.
Rumbo hacía la Antártica
Después de haber pasado por un largo período de entrenamiento, de preparación de la expedición, tanto en lo logístico como en lo económico, estaba ya listo para iniciar el periplo que se iba a constituir, en mi viaje más espectacular, me dirigía hacia el corazón de la antártica, el sitio más alejado del planeta, para encarar a la montaña más fría del mundo, de esta manera inicia mi viaje hacia Punta Arenas – Chile, el último pueblo al final de Sudamérica.
El acercamiento
Una vez en Punta Arenas, después de ultimar detalles sobre la expedición, no tuve más que esperar que las condiciones se den para poder volar hacia Patriots Hills, un campamento que da soporte logístico a la mayoría de expediciones de diferente índole: científicas, glaciológicas, explorativas, deportivas, montañeras, entre otras. La expedición a la que yo pertenecía era de orden: “extremo ascencionismo “. Desde éste campamento tenía que esperar tomar un vuelo bastante especial hacia el campo base de la montaña, ubicado a 300Km de distancia. De igual manera había que esperar que haya buen clima para poder despegar y aterrizar en las difíciles condiciones climáticas de los glaciares del polo sur. Una vez que el clima permitió, inició el desplazamiento hacia al campo base del Mt. Vinson.
La aclimatación y equipamiento de la vía
Para llegar a la cumbre del Mt. Vinson, es necesario equipar dos campamentos y pasar por un proceso intenso de aclimatación tanto a las condiciones extremamente frías del polo sur, así como a la altura, misma que en esas latitudes por factores de gravedad, la atmósfera es mucho menos densa, por lo tanto hay menos oxigeno y los casi 5000m de altura de la montaña se convierten en 6000m.
Para poder llevar acabo esta expedición se necesita una gran cantidad de alimentos especiales, equipo técnico y térmico para las condiciones más adversas del planeta, así como combustible para derretir nieve para la alimentación y lo más importante la hidratación para una adecuada aclimatación en ese ambiente tan seco, totalmente carente de humedad.
Entonces para transportar todo éste material, es necesario usar los famosos trineos, que facilitan el llevar todo éste peso, pero también es un súper gran esfuerzo, el halar todo esto por las empinadas laderas de la montaña.
Hacia el campo uno
Este es uno de los trayectos más duros, en cuanto al esfuerzo, el halar el pesado trineo rompe espaldas cuesta arriba demanda del mayor esfuerzo posible y es un gran reto inclusive para las piernas mejor entrenadas. Además que también hay que sortear las mortales grietas, algunas de ellas muy escondidas. Este trayecto exige al máximo toda la fuerza y al mismo tiempo eleva al máximo todas las habilidades de navegación en glaciar agrietado irregular.
Después de haber batallado como ocho horas, completamente exhausto me encontraba ya en el Campo uno, donde iniciaba otro trabajo, el preparar el sitio para la carpa y la protección de una pared de hielo, trabajo que lo pude hacer en conjunto con otros expedicionarios para disminuir el esfuerzo de levantar una pared de hielo, construida con bloques de hielo cortados con mis propias manos.
Hacia el campamento de altura
Después de un par de días de descanso, inicia ya el porteo hacia el campamento de altura, donde realicé mi primer deposito, aclimaté mi cuerpo a la altura y más que todo aclimaté mi cuerpo a trabajar en los fríos extremos que se hacen más intensos a medida que se gana altura. En este trayecto, sentí el mayor frío que hasta ese momento había sentido en mi vida. La ruta es una escarpada rampa de hielo 1000m de altura que en algunas partes alcanzaba los 60 grados de inclinación, exigía al limite el trabajo y el cuidado, ya que cualquier descuido, era fatal y más llevando en las espaldas algo parecido a 30 Kilos, después de haber superado la rampa, llegue al campo de altura, realicé el depósito, un pequeño descanso, e inmediatamente el descenso al campo uno. Después de un par de días de descanso, recuperar energía, inicié ya el ascenso al campo de altura, para preparar el ataque final a la cumbre.
Encarando la cumbre más gélida del planeta
Desde el momento en que puse los pies sobre la antártica, pude ya sentir el frío intenso en el que iba a trabajar, pero ahora ya en el campamento de altura a 22 grados bajo cero dentro de la carpa, realmente pensaba en lo demandante que iba a ser el ataque, aparte del esfuerzo físico extremo al que me iba a someter, también tenía que encarar las condiciones climáticas más adversas del planeta, con fríos inferiores a los cuarenta grados bajo cero. El ataque lo inicié apenas el sol estaba de mi lado, esto quería decir las 11h00 de la mañana – hay que destacar que en estas latitudes, el sol nunca se oculta y los ascensos más bien se realizan cuando el clima lo permite – la primera parte consiste en una larga travesía por un empinado glaciar, para luego encaramarme por una súper inclinada rampa, estaba ya bastante agotado, y el esfuerzo aquí exigía al máximo, al mismo tiempo que el frío aumentaba mientras ganaba altura y algo que conocí por primera vez en mi vida, hubo una parte de la rampa que tenía absolutamente solo hielo, era un hielo azul duro como metal, a veces me daba la impresión de que no entraba nada de las puntas de hierro de mis crampones en ese espejo azul duro como acero, era súper empinado y tenía que hacer un súper esfuerzo para doblar mis pies y hacer que claven todas las puntas del crampón, de lo contrario un pequeño error hubiera sido fatal, ya que nada me hubiera podido parar en ese rampa lisa más resbalosa que aceite. Después de haber superado esta parte que tuvo mis nervios al máximo y demando toda la energía, estaba en la última parte de la rampa que se hacía cada vez más empinada, demando al máximo de mi esfuerzo el poderla superar. Súper cansado y congelado, logré llevar a la arista cimera que me conduciría hasta la culminación de mis sueños, el frío no me permitía descansos muy largos que me pedía mi cuerpo, ya que se congelaba en pocos minutos, así muy extenuado seguía por la esta arista que tenía dos caídas aéreas súper expuestas de más de quinientos metros a cada lado, así seguía paso a paso, poco a poco mientras veía como cada vez estaba más cerca de la cota más alta del polo sur. El frío era penetrante, la excitación por el momento que se acercaba hacía que me olvide, me faltaban ya pocos metros, estaba completamente exhausto y congelado, mi cuerpo se empezó a estremecer estaba desollando la cumbre de la montaña más fría del mundo, se me humedecieron los ojos y me brotaron las lágrimas de la emoción, era un momento glorioso en mi vida, se me estremecía el cuerpo cuando meditaba sobre sitio donde me encontraba, el punto más alejado y frío del planeta, el corazón de la nada, el polo sur, agradecía a la vida y a la montaña por este maravilloso momento, me lleno de un gran orgullo el sacar la bandera del Ecuador y ondearla. Alcancé a hacer una llamada satelital muy corta a mi madre, para contarle con lágrimas sobre el maravilloso momento por el que estaba pasando. Pero la mala señal y la congelación de la batería no me permitieron hablar mucho. Después de ese momento de sobresalto, medité, filosofé por unos instantes, alcancé a hacer las fotos y videos que me permitieron mis baterías e inmediatamente comencé el descenso, era la parte más delicada, la mayoría de accidentes sucede en el descenso y no dejaba de rondar en mi mente la rampa de hielo dura como acero por la que tenía que desescalar. Con el mayor de los cuidados desescalé la rampa y me dirigí hacia el campo avanzado, exhausto pero súper contento, Ahora si, realmente sentí que había subido a la montaña, muy humildemente y con mucho respeto agradecí al monte más frío del mundo por haberme permitido esos fantásticos momentos, y una vez ya en el campamento resguardado del frío, pudo mi golpeado y congelado cuerpo finalmente descansar.
El Retorno
El siguiente día nos informaron que teníamos que salir lo más pronto posible de la montaña, ya que se venía un atormenta, de manera que tuvimos que salir muy temprano en la mañana, y lo que normalmente se lo hace en tres días nosotros tuvimos que hacerlo en uno, un descenso directo al campo base, donde inmediatamente desarmamos el campamento y nos transportaron hacia Patriots Hills, Allí luego de un descanso y que las condiciones se presten, regrese hacia el continente, una vez ya en Punta Arenas, una merecida celebración con todos los miembros de la expedición, para luego tomar el vuelo de regreso hacia mi siempre anhelado Ecuador.
Patricio Tisalema Torres
Ecuador en las cumbres más altas del planeta!!
ASCENSO AL MT. DENALI (MCKINLEY) 6195m
MONTE MÁS ALTO DEL ARTICO
UNA DE LAS MONTAÑAS MÁS FRIAS DEL MUNDO
Campamento 3 Denali
Pisando Alaska
Después de algunos transfers en el país del norte, finalmente logré subirme al avión que me llevaría hacia Anchorage, que es la capital del estado de Alaska, uno de los estados de Estados Unidos, valga la redundancia. Una vez allí, por primera vez en mi vida pude ver el famoso sol de media noche. Estaba a una latitud de 65 grados Norte casi ya dentro del Circulo Polar Ártico. En esta época del año el sol nunca se oculta. Luego de eso me dirigí hacia el Hotel y procedí a hacer todos los arreglos posteriores al ascenso, pasé dos días en Anchorage aprovisionándome de buen equipo, información y alimentos para lo que era mi gran reto.
Una vez bien abastecido, empecé mi viaje en auto hacia un pequeño pueblo, llamado Talkeetna, localizado al norte de Anchorage, luego de 3 horas de viaje, admirando y maravillado de la belleza de naturaleza que tiene Alaska, por cierto tengo que agregar que una de mis primeras impresiones y de las más agradables, fue la amabilidad y calidez de la gente de Alaska, muy al contrario de lo que percibí la semana anterior en Rusia. Recibí un cierto ambiente de hogar, desde el primer momento en que pise Alaska, realmente es un sitio ideal para hacer turismo. Al que indudablemente pienso regresar.
Luego de llegar a Talkeetna, empecé con los procedimientos para el ingreso al Parque Nacional Denali, posteriormente me dirigí hacia el Aeropuerto donde ya tenía las reservaciones y todo listo. El acercamiento hacia el campo base del Mckinley es uno de los más alucinantes que he tenido en mi vida. Se lo hace en Avionetas Cesna, para 4personas.
Hay que esperar que haya buen clima para que la avioneta pueda volar a través de los picos, en medio de la irregular geografía de la cordillera ártica. Lamentablemente ese día el dios del clima había escrito que no se puede surcar los cielos árticos. De manera que me toco dormir en el Angar de la línea aérea. Al otro día en la mañana estuve despegando hacia el campo base, el vuelo fue indescriptible, pasábamos besando los imponentes picos con glaciares colgantes y paredes vertiginosas de los gigantes de la cordillera, alucinante simplemente, finalmente pude avistar el objetivo. Una de las montañas más frías del mundo, fue el encuentro soñado desde hace mucho. Una sensación de miedo y excitación se apodero de mi, pude imaginar por donde transcurría la ruta, que la tenía bien estudiada y más que todo trataba de identificar las grietas, las cuales robaban mi sueño y mi tranquilidad desde hace mucho. Inmediatamente divise ya el campo base y pude tener una idea espacial de los casi 40 Km. que me esperaban hacia el confín del ártico. Inicié el descenso, aterrizar sobre un glaciar, fue excitante! y me encontraba ya en el campo base.
El Campamento Base
Luego de presentarme con los Rangers (Guarda Parques), arme mi campamento y estaba listo para empezar el periplo que lo tenía planificado para media noche, lamentablemente el dios del Clima. Otra vez me negaba el permiso. Y tuve que esperar un día hasta que se despeje. A la mañana siguiente, todavía estaba nublado, pero había disminuido la nevada. Entonces decidí partir.
Hacia el campamento 2
El ascenso al Denali, normalmente se lo hace en 20 o 25 días, contando con los días que hay que estar en la carpa esperando buen clima, hay 7 campamentos, de los que normalmente se usan cinco y yo tenía planificado usar solo 3.
Entonces inicié el ascenso planificando llegar en una sola jornada hasta el campo 2, aproximadamente 14 km.
La manera de llevar las pesadas cargas en el Mckinley es, usando trineos, ya que estos permiten llevar más cargas y mucho más cómodo que poner todo en una sola mochila rompe espaldas de 90 litros. Pero también el halar este trineo implica un gran esfuerzo, ¡especialmente en mi caso! ya que subía solo, con provisiones para 2 semanas y todo en un solo viaje. Normalmente las expediciones hacen 2 o 3 viajes entre cada campamento y comparten los pesos entre todos.
Pesado Trineo
Una vez en al campo 2 arme el campamento y todo lo que esto implica. Ya dentro de la carpa, esperaba descansar, recuperar energías y proseguir hacia el campo tres el siguiente día. Entonces me desperté en la madrugada, oí los vientos y el sonido de la nieve en el techo de la carpa, por lo que rápidamente pude imaginarme como estaría la situación afuera, cosa que confirmé inmediatamente al abrir la carpa y no poder divisar un metro más allá de mis narices y volver a entrar a la carpa blanco cubierto completamente de nieve.
Resultan de vital compañía un poco de música y buena lectura en esos días en que uno tiene que protegerse de la tormenta y luchar contra la desmotivación dentro de la carpa.
Hacia el Campamento 3
En la tarde en cuestión de minutos, se despejo completamente y no dudé un instante en desarmar el campamento y proseguir al campo tres, en medio de un clima fantástico, y claro siempre halando el pesado trineo. En cuestión de algunas horas llegue al campo tres, desde donde quería hacer el último tramo al campo cinco, desde donde pensaba hacer directamente el ataque a la cumbre.
Campamento 3
Una vez ahí, pude descansar, y prepararme para la última jornada, que prometía ser la más dura. Después de algunas actividades propias de armar un campamento, me metí en la funda de dormir a descansar, a la mañana siguiente, con muy buen clima y por ende mucho optimismo, me disponía a salir, me esperaba una dura jornada, tenía que subir como 800m de desnivel halando el tortuoso trineo, con la siempre presente preocupación de las grietas y sabiendo que iba a pasar por el famoso Windy Corner, considerado por muchos como uno de los sitios más inhóspitos del planeta, ya que en invierno con fríos que bordean los 70 grados bajo cero y vientos superiores a los 160 km/h . Hacen del lugar un verdadero infierno, donde han perecido muchos escaladores invernales.
Windy Corner
Hacia el Campamento 5
Entonces el ascenso fue un poco más fuerte de lo que me imaginaba. Al acercarse el medio día con un sol ardiente y más con el reflejo de la nieve, que generaba 32 grados Celsius, el esfuerzo para halar el trineo por las empinadas laderas, retaba mi fuerza física y entusiasmo y llevaba al máximo mi coraje y fuerza de voluntad. Se me hacia eterno el viaje, el famoso campo cinco no asomaba por ningún lado y ya llevaba tortuosas 7 horas de halar el trineo, cuando al despuntar una pequeña colina, aviste finalmente el campo.
Campamento 5
Luego de un descanso arme el campamento y comencé a planificar mi ataque a la cumbre. Para el resto de los escaladores, mi idea, era simplemente loca, hacer un ataque directo desde aquí sin tiempo de aclimatación, ni de descanso, para algunos era imposible, para otras excitante.
El Ataque a la Cumbre
Arista Cimera
Entonces descansé un día y el próximo decidí salir a la cumbre. La mañana estaba prometedora, bastante despejada. Durante todo el ascenso las ideas del peligro siempre presente de las grietas, y más aun por estar solo, rodeaban mi mente. En esta vez a esto se sumaba el riesgo de quedarme atrapado en una tormenta, ya que iba a subir en un solo día 2000m y bajar, En esta montaña a esta altura el tiempo suele cambiar en cuestión de minutos, retando a la más acertada predicción de tiempo. Como estaba consciente de que me acompañaban todos los riesgos manifestados anteriormente, y había alta probabilidad de que ascienda completamente solo, tuve que llevar equipo preparado para lo peor, de manera que llevaba una mochila bastante pesada, y no como normalmente se suele hacer el ataque a la cumbre con una mochila liviana con un poco de agua y comida.
Al llegar al campo 7, el tiempo se mantenía y pude observar que otra expedición ya había salido. Me sentí más tranquilo y seguí mi ascenso, el tiempo se mantenía relativamente bueno, pero se podía observar formaciones de nubes cerca de la cumbre, indicaba que el clima podía cambiar allá arriba, pero la ruta estaba muy buena, entonces aceleré un poco mi paso y muy pronto me encontraba ya a 6000m. muy cerca de la cumbre, hacia mucho viento y me encontraba a veinte grados bajo cero y empezó a soplar el viento más, mientras más arriba estaba, pude divisar a la expedición que había salido desde el campo 7 muy cerca de la cumbre, continué mi ascenso, estaba bastante cansado, pero sabía que tenía suficiente fuerza para el descenso. Finalmente logré encaramarme en la ultimo rampa que lleva a la arista que va a la cumbre, en la que ya pude sentir el efecto de la altura, finalmente llegue a la arista, al otro lado había una dantesca pared de 3000m, y pude ya sentir el viento ártico en mi cara y extreme al máximo las seguridades ya que había viento y un error me podía enviar a cualquiera de los lados de la arista. Finalmente pude divisar la cumbre y mientras me acercaba, se me estremecía el cuerpo y la emoción aumentaba más y más, y estaba ahí en la cota más alta del ártico cerca del polo norte, la emoción no podía ser mayor, trece días antes estaba en el punto más alto del viejo continente y ahora en la cota más alta del ártico, agradecía a la vida a la montaña y dedique esa cumbre a una persona muy especial en mi vida. Claro, todavía no podía cantar victoria, me esperaba la parte más delicada, el descenso, me había dicho que he de gritar victoria en el momento que aterrice de regreso en Talkeetna.
Cumbre Mckinley (Denali) 6190m
El Descenso
El descenso lo hice bastante rápido pero siempre extremando las seguridades. Abajo en el Campo 5 me esperaban felicitaciones de todos quienes sabían de mi ascenso y se reunieron para que les comente acerca de mi ascensión, a esta gente le esperaba todavía unos diez días entre subir al campo 7, la cumbre y volver y yo lo había hecho diez horas y media. Tambien los Rangers estaban emocionados y yo les contaba que entrenaba en las hermosas montañas de mi país.
Normalmente después de esa travesía loca debía de quedarme a descansar siquiera un día, pero yo quería conocerme más y llevar mis capacidades al máximo. Así que decidí bajar al campo base la misma noche, así que luego de un festín que me invitaron los guarda parques, procedí a descansar un par de horas, e inmediatamente desarmar campamento e iniciar el descenso, me desperté a la una de la mañana. Hacía 25 grados bajo cero afuera. Realmente no había una razón para que yo tenga que hacer semejante esfuerzo, tenía todo el tiempo del mundo para hacerlo en el día más cómodamente, pero yo quería conocer lo que era desarmar un campamento en esas condiciones y era mi única oportunidad, tuve que elevar al máximo mi fuerza de voluntad para salir del sleeping y equiparme, afuera hacía un frío que no permitía ni siquiera hacer una foto porque la batería se congelaba en instantes. La carpa estaba sólida debido a una pequeña nevada que había caído y me tomo dos horas en desarmar el campamento lo que normalmente me toma cuarenta minutos.
Mt. Foraker ( – 25°C )
Entonces empezó el descenso y nuevamente el martirio del famoso trineo, igual de duro que la ascensión, pero en esta vez no para halar sino para evitar que se vaya por las empinadas laderas de la montaña, me esperaban unas diez hora de descenso, el que con paciencia y en compañía de buena música logre superar lentamente, las últimas horas acompañado de un sol calcinante, logré llegar al campamento base muerto de sed, de hambre y cansancio. Luego de esperar unas horas me vino a recoger mi avioneta y me despedía ya de aquel paisaje que me había acompaño durante toda la ascensión y en el que aprendí una vida completa de experiencias. Ahora me sentía más seguro de mi mismo y en mejores condiciones para lo que me espera allá en el lejano Himalaya en los realmente gigantes del mundo los ocho miles, el Cho Oyu mi próximo objetivo cuya altura es 8201m.
De regreso al Campo Base (Muerto)
Luego de cavilar acerca de eso me encontraba aterrizando en Talkeetna, donde me esperaba una gran celebración, mi llegada coincidía con el cumpleaños de la dueña de la aerolínea, al que fui invitado con gran gusto. Y pude deleitarme de todos los manjares que hace algunas horas solo desfilaban en mi mente como sueños alejados.
Realmente el subir a esta montaña ha sido una de mis mayores experiencias en climas extremos y me apunta con pasos firmes a los gigantes del Himalaya.
Posteriormente el regreso siempre anhelado a la ciudad que para mi es la más hermosa del mundo. “Quito”
Patricio Tisalema
ASCENSO AL MT. KOSCIUZKO
PUNTO MÁS ALTO DE OCEANIA
Luego de un espectacular retorno a Tokio desde Tanzania, a través de Kenia y de la India, inmediatamente comenzaba el viaje hacia mi siguiente reto el Mt. Kosziusco, conocido como la cota más alta de Oceanía. Siempre quise conocer Australia, sabía que era un país con extensa y variada naturaleza, así como con una interesante geografía, lo había leído desde niño. Luego del arribo a Sydney con una pequeña pausa en Seúl, procedí a darme un merecido descanso, había realizado el mayor periplo de mi vida, había viajado por tres largos días desde Tanzania a Tokio e inmediatamente a Sydney, la mayor parte del tiempo sentado en un avión. Al siguiente día me dirigí hacia un pequeño pueblo llamado Thredo Village, ubicado al sur de Sydney, pero primero tuve que ir a Canberra para el siguiente Transfer. En el viaje pude inmediatamente sentir el ambiente de orden que hay en Australia, carreteras perfectas, pulcritud y belleza estética en todo lado, hermosos parajes, realmente muy lindo, era como un sueño realmente. Finalmente llegue al sitio donde iniciaría el ascenso. Thredo me recibió con un fuerte aguacero y yo ya podía imaginarme como debía estar la situación allá arriba en la montaña, me abastecí de información acerca del clima y realmente no era nada prometedor. El pequeño chair lift, uno como teleférico pero solo para sentarse, que llevaba hasta un punto donde inicio del ascenso, algo parecido a lo que tenemos en el Pichincha, había sido paralizado varias veces en los días posteriores debido a los fuertes vientos que reinaban. Yo esperé hasta el siguiente día para decidir si hacía el ascenso o no. Realmente el ascenso no presenta ninguna dificultad y la ruta es un camino muy bueno, que lleva directo hasta la cumbre, pero en esta ocasión, para mi la situación se tornaba complicada, ya que nevaba constantemente, no había ni un alma en la montaña y yo no conocía la ruta, que se encontraba sepultada un metro bajo la nieve. La mañana siguiente era lugubre y la montaña estaba dentro de una nube negra, no iba a trabajar el Chair Lift, y mis esperanzas de subir ese día disminuían a medida que pasaba el día, una de mis mayores preocupaciones era el regreso a Canberra, ya que solo habían 2 buses por semana y yo prácticamente ya había perdido el bus que tenía que tomarlo en la tarde. El siguiente bus salía en tres días y era el único medio de regresar a Canberra y más que todo, yo no avanzaba a regresar a Sydney para tomar mi vuelo de regreso. Por muchas horas la idea de abandonar la ascensión se apoderaba de mi y más porque las predicciones de clima aseguraban mal clima para el resto de la semana y mi ticket aéreo había sido de los que no se puede cambiar la fecha, era tomar el vuelo o perderlo, era grande la encrucijada en la que me encontraba y la desmotivación se apoderaba de mi con facilidad. Rogaba que se abriera una pequeña ventana, sabía que podía ascender en cuestión de un par de horas, yo estaba dispuesto a correr hasta la cumbre si era del caso. En todo caso en ese momento, no podía hacer nada más que esperar, cuando al medio día el clima cambió y pude por primera vez divisar las faldas de la montaña, e inmediatamente el Chair Lift empezó a funcionar, el entusiasmo se apodero de mi e inmediatamente decidí alistarme. Esto no duró mucho, porque apenas llegue al Chair Lift, ya lo habían apagado, por que los vientos eran demasiado fuertes arriba. De nuevo la incertidumbre y la frustración me inundaban, Pero ya estaba yo ahí, listo para el ascenso, así que decidí subir al menos hasta donde llega el Chair Lift para ver que pasa. Cuando llegué arriba, hacía bastante viento, yo había estado en situaciones mucho peores, así que decidí aventurarme, estaba completamente solo y no se divisaba la ruta, todo era blanco, pero yo tenía una idea geográfica de la ruta y el relieve ya que la había estudiado en mapas. Sin ninguna visibilidad, con una especie de sexto sentido y con la experiencia que me ha quedado de mi trabajo como guía, en el que la mayoría de veces he tenido que intuir por donde debe ir la ruta, pude llegar hasta la parte, donde suponía debía ser el pequeño valle que me llevaría directo a la cumbre, aparte encontré una señal que decía simplemente Mt. Kosziusco, me tranquilizo un poco, porque al menos sabía que sí estaba en la montaña que quería escalar.
Después de subir en la dirección en la que debía estar la cumbre llegué a una cima donde había una piedra (hito) de las que se usa como punto Geodésico, donde decía Kosciusko, pero nada más, no estaba seguro de que era la cumbre o no. La visibilidad era cero y si no era por la brújula hubiera estado perdido en un espacio blanco donde de no ser por la gravedad, hubiera perdido hasta el sentido de donde es arriba y abajo. Por instantes se despejo un poco y pude divisar lo que podía ser parte de un camino cubierto de nieve, que intente seguirle, pero se perdió en la nieve en cuestión de metros, mis cálculos me decían que debía estar en la cumbre, pero de todos modos rodeé 300 metros a la redonda y todo estaba más bajo. Estaba decididamente en la cumbre. Luego esto fue confirmado cuando pude divisar por unos instantes que se despejo y pude ver por primera vez la forma del relieve de la montaña, inmediatamente empecé el descenso y poco a poco fue despejándose la montaña.
Estaba muy contento de haber oído a mi subconsciente, y me encontraba ya de regreso en Thredo. Ahora venía el otro reto. Llegar a Sydney a coger el vuelo de regreso. Había ya perdido el bus, entonces al siguiente día me toco salir a la calle a esperar que alguien tuviera que hacer alguna diligencia en Canberra y tuviera el alma caritativa de llevarme, problema que fue solucionado después de tres horas de espera y en la tarde estaba ya en Sydney, con tiempo para hacer un poco de turismo ir al Teatro de la Opera y regresar a Tokio.
MONTE MAS ATO DE AFRICA (TANZANIA)
Este viaje iba a constituirse en mi viaje más exótico, ya veía por la ventana del avión la planicie Africana, aterrizaba en Nairobi capital de Kenia, me sobresaltaba de la excitación al saber que estaba cerca del célebre Kilimanjaro y también de estar en medio de la Jungla donde se encuentran los famosos BIG FIVE, los más grandes animales del África que siempre han hecho mis delicias en los programas como Animal Planet o Discovery Channel.
El Acercamiento
Después de descansar de mi largo viaje que empezó en Tokio pasando por la India, me fui a hacer un pequeño City tour en Nairobi y al otro día me dirigí hacia Tanzania exactamente a un pequeño pueblo llamado Moshi, donde tenía ya arreglado todo con la agencia de viajes que iba a tramitar todos los preparativos para mi ascenso, el mismo que esta bastante organizado, es una ordenanza que se debe subir con guía, independientemente de la experiencia que se tenga.
Los Campamentos
Inicio: Marangu Place 1970m
C1 Mandara 2700m
C2 Horombo 3720m
C3 Kibo 4703m
Estaba todo listo y a la mañana siguiente empezaba mi viaje hacia la Cúspide del Continente negro, el acercamiento al Parque Nacional Kilimanjaro, se tornaba cada momento más y más interesante, flora y fauna exótica mientras ganaba altura, llegamos a la entrada y luego de los trámites correspondientes inicio el ascenso. La entrada se encuentra a 1900m aproximadamente. Y hay tres Refugios a intervalos de 1000m cada uno, para un correcto proceso de aclimatación, el asalto a la cumbre, se lo hace desde el último refugio llamado Kibo a 4700m, el ascenso hasta esta cota, fue muy interesante, ya que empieza en una especie de selva, que va cambiando con la altura, hasta llegar a una especie de Páramo con flora y fauna endémica del Kilimanjaro.
El Ataque a la Cumbre
El ataque a la cumbre desde el Refugio Kibo, se lo inicia en la madrugada, hay que subir aproximadamente 1100m hasta la cumbre, que en su mayor parte es una gran rampa bastante empinada, que le dicen la rompecorazones, para luego coger la última travesía que me conducía hasta mi objetivo, durante el ascenso el clima estaba constante y bastante nublado, no se podía apreciar mucho de la meseta africana, pero constante me acercaba a la cumbre, ya podía apreciar parte del Cráter, estaba bastante excitado, y la emoción empezaba a elevarse más y más. Yo estaba allí, no había más gente en la montaña, estaba cumpliendo con mi sueño, era mi segunda cima dentro de mi Proyecto, que iba tomando forma y consolidándose más, la exaltación se elevaba mientras me acercaba más y más a la cumbre, a esta sensación, le acompañaba el sentimiento de saber donde estaba, en ese lugar tan exótico, podía sentir que estaba en África, ya me separaban solo algunos metros de mi anhelado objetivo, el sobresalto se apoderaba de mi, me encontraba desollando la cumbre de África, la emoción no podía ser mayor, me detuve por unos momentos para reflexionar, filosofar un poco y agradecer a la vida y a la montaña por haberme permitido el estar en ese sitio tan alejado de mi terruño. Sentía con mucha humildad que había crecido internamente un par de centímetros. Luego de este excitante momento, me quedaba el descenso, el cual debía de hacerlo con mucha precaución.
Cumbre del Kilimanjaro 5895m
Mi emocionante travesía no terminaba ahí, no me podía permitir salir de África sin hacer un Safari en el famoso Parque Nacional Serengueti y el Cráter del Ngorongoro, para luego iniciar al retorno a Japón y seguir con mi viaje a conquistar el punto más alto de Oceanía en Australia.
Patricio Tisalema
MONTE MÁS ALTO DE EUROPA (CAUCASO)
Iglesia Junto al Kremlin
Viajé a Moscú vía Miami. Y desde Moscú el viaje es en avión hasta la ciudad Mineralnye Vody. Luego un transfer hasta el corazón mismo del Caucazo en un pueblito pequeño llamado Terskol desde donde se inicia al ascenso.
El Acercamiento
El monte Elbrus esta localizado geográficamente en Europa, pero políticamente esta en Rusia, se eleva hasta los 5643m. en la cordillera del Caucazo.
Luego de lo emocionan de llegar a territorio Ruso y viajar casi 1400km. Hasta Terskol inicié el ascenso. Después de arreglar la entrada al Parque y abastecerme para la ascensión, inicié el ascenso.
La Ascensión
La primera parte se sube en teleférico hasta 3800m. El subir en teleférico hasta esa altura, fue algo realmente impresionante, estaba metido en un valle y de repente al subir se descubre un panorama alucinante de gigantes blancos, y se descubre la cordillera del Caucazo, rodeado de cientos de Picos en un día maravilloso totalmente despejado y por fin pude llegar al ultimo punto donde por primera vez me encontré con mi objetivo soñado, la cota más alta de Europa la cima del Monte Elbrus.
Teleférico hacia el Monte Elbrus
Luego inicié el ascenso. Como había entrenado para este viaje no tuve que demorar mucho haciendo el normal proceso de aclimatación. Normalmente la ascensión se hace en una semana, y yo la hice en dos días y básicamente en 5 horas y media. Bueno luego del teleférico inicié el acercamiento hasta el sitio donde empezaba el ascenso. Acompañado por una de las vistas más impresionantes que he tenido, inicié el ascenso hasta el Campamento Base. Normalmente la gente empieza aquí un proceso de aclimatación y usan un segundo campamento para iniciar el asalto a la cumbre. Yo iba a hacer el asalto a la cumbre directo desde el Campo Base, donde también hay un Refugio, pero yo decidí usar el Campamento
.El Ataque a la Cumbre
Luego de llegar al sitio, todavía hipnotizado por la espectacular vista que me rodeaba, prepare todo mi equipo para el asalto a la cumbre, comí y me fui a la carpa para descansar.
Estaba completamente solo en la montaña y tenía plantificado hacer el asalto a las tres de la madrugada. La noche llegó de la misma manera, completamente despejada y así también llegó las dos de la mañana. Entonces empecé a alistarme para el ascenso
Estaba un poco preocupado, porque estaba completamente solo y sólo sabían de mí la gente abajo en el pueblo. Aparte tampoco conocía la vía, solo en teoría.
Bueno, pero la noche prometía muy buen clima al igual que mi medidor barométrico, situación que era bastante motivante. Así que me aliste y empecé mi viaje a conquistar el límite de las fronteras del viejo continente. Me esperaban como 1500m de desnivel, los cuales realmente como desnivel no me preocupaban, ya que estoy acostumbrado a esos tramos aquí en los Andes, peri si otros factores de riesgo propios de la montaña, como caídas en grietas, avalanchas, etc.
El ascenso realmente se dio en buenas condiciones, como estaba clara la noche, pude encontrar la ruta hasta la cumbre. Había bastante nieve nueva y floja, pero a esas horas por el frío, estaba compacta, me preocupaba más por la bajada, ya que ahí habría sol y la nieve se aflojaría. En esas condiciones pude hacer una ascensión bastante rápida. La última parte empecé a tener problemas con las botas, ya que como eran nuevas, mi pie no estaba acostumbrado, pero seguía subiendo. La última parte se alargaba cada vez más y más, ya que como toda montaña alta, la cumbre esta atrás de una seria de lomas que se confunden con la cumbre, que ilusionan al cansado escalador y luego delatan que la brecha todavía esta larga.
Bueno, después de superar esta parte, pude avizorar el ansiado objetivo: “la Cima”. Acá arriba hacia bastante viento y estaba ya a diez grados bajo cero. Finalmente faltaban ya pocos metros, el cuerpo se me estremecía al ver que estaba desollando el punto más alto del Caucazo con una vista magnífica de la cordillera. Había logrado mi objetivo, era mi cuarta cima dentro de mi proyecto. Me acompañaba una sensación de deber cumplido que quería compartirla con mi gente, así como una gratitud a la vida y a la montaña por permitirme estar ahí. Me encontraba a mi mismo, completamente solo, en ese punto, se me estremecía el cuerpo.
No podía cantar victoria todavía, me esperaba la parte más peligrosa que es el descenso, en el cual fui acompañado todo el tiempo con un intenso dolor por las botas nuevas que cada vez se incrementaba. Así que disminuía cada vez mi ritmo y se alejaba cada vez más el llegar al campamento base. Quería descender el mismo día, de manera que tuve que encontrar todos los aspectos positivos de usar botas nuevas y congeniar con el dolor. Finalmente después llegue al Campamento. Para poder seguir con el proceso de descenso. En el que no hubo mayor complicación.
Cumbre del Mt. Elbrus
Ahora, planificar el retorno, claro haciendo un poco de turismo y uno de mis sueños de cuando niño, Que era, ver la iglesia con techos multicolores que esta en el Kremlin a lado de la Plaza Roja en Moscú.
Patricio Tisalema
Ruta Norte – Tibet
Rumbo a los colosos de los Himalayas
Después de haber realizado un intenso trabajo de preparación física así como organizacional y mental para la Expedición, partí rumbo al Nepal. Una vez ahí, en su capital Katmandú, inicié el trabajo de ultimar todos los detalles previos para la Expedición, permisos, alimentos y el equipo faltante. Después de finalizar con esta tarea, estaba listo para salir rumbo al Tibet.
El acercamiento
El acercamiento tarda aproximadamente 5 días, ya que por la diferencia de altura, hay que ir parando en algunos pueblos, situación que es muy interesante, ya que se conoce mucho acerca de la cultura y la gente del Tibet. Después de esta travesía llegamos al campo Base del Everest, que esta ubicado a 5200m.
Una vez ahí, se necesita descansar algunos días mientras se aclimata a la altura, a continuación voy a hacer un pequeño resumen de los campamentos y sus alturas.
Los campamentos
Campamentos Bases:
Campo Base Chino 5200m
Campo Base Intermedio 5900m
Más alto que la cumbre del Cotopaxi
Campo Base Avanzado 6400m
Más alto que la cumbre del Chimborazo
Campamentos de Altura:
Campo 1 (Collado Norte) 7070m
Más alto que la cumbre del Aconcagua
Campo 2 7500m
Campo 3 7900m
Campo 4 8300m
La Zona de la Muerte
Después de haber descansando y aclimatado algunos días en el Campo base, inicié el acercamiento hacia el campo intermedio y luego hacía el campo base avanzado.
La aclimatación y el equipamiento de la vía
A partir del campo base avanzado, es donde empieza el real trabajo de ascensión, estar sobre los 6400m, es una tarea muy complicada por la altura y su efecto principal la falta de oxígeno. Aquí ya se empieza a ver los problemas de altura, la mayoría de los expedicionarios regresaban al campo base con problemas de altura, yo no tuve mayor problema en la aclimatación. Después de unos días de aclimatación ya inicié con el proceso de equipar la vía para posteriormente poder hacer el ataque a la cumbre, este proceso es muy duro, ya que se trabaja por sobre los 7000m. Con mucho cuidado y esfuerzo fui uno de los primeros en equipar los primeros dos campamentos, luego de esto descendí al campo base chino por unos días para tomar un descanso.
Después de este receso subí de nuevo al campo base avanzado para seguir con la última etapa del equipamiento de la vía, esta parte fue muy complicada, especialmente por el mal clima, en el primer intento me quede atrapado en una tormenta espantosa a 7500m, que no me permitió seguir adelante, de manera que tuve que regresar al campo avanzado a esperar buen clima. Esos días son muy duros ya que la estancia en ese ambiente tan hostil se alarga y uno tiene que poner lo mejor de sí para luchar contra la angustia, la frustración, las inclemencias del clima y todas esas cosas mientras se espera por días enteros que se hacen eternos. Bueno, después de una larga espera, finalmente se abrió una buena ventana que me permitió equipar los dos últimos campamentos a 7900m y el más duro a 8300m, en mi caso yo lo hice a 8200m, siendo el primer escalador solo sin oxígeno ni sherpa que adecuó toda la vía. Después de esto baje al campo base chino y luego un poco más abajo a un pequeño pueblo donde pude descansar unos días para finalmente estar listo para el ataque final a la cumbre.
Listo para el ataque a la cumbre
Después de unos días de descanso, y de haber repuesto todas las fuerzas, regresé al campo base avanzado, una vez ahí, esperar la ventana que según las predicciones climáticas estaba para el 15, 16, 17 y 18 de mayo. El ascenso y descenso dura aproximadamente 5 o 6 días, yo tenía planificado hacerlo en 4 días, obviando 2 campamentos, la parte más delicada y en la que la suerte también juega un papel importante es: tratar de que el día de ascenso a la cumbre sea de buen clima, porque muchas veces se sale del campo avanzado con buen clima, pero el día de ataque a la cumbre el clima se daña. En función de esto, yo decidí salir el domingo 14 de mayo, mi idea era hacer un ataque directo al campo 2 a 7500, o sea 1100m de un solo tirón, para el siguiente día subir directo desde el campo 2 al campo 4 y esa noche hacer el ataque a la cumbre, el ascenso hasta el campo 4 lo hice de acuerdo a la planificado, pero con la diferencia de que por haberme hecho un poco tarde el día de subir al campo 4 el Lunes 15, decidí hacer mi campamento a 8100m y desde ahí hacer el ataque a la cumbre. Esa tarde, después de un descanso, haber preparado líquidos, que por cierto es una tarea muy dura, el derretir nieve, prepara el equipo y todo para el ataque a 8100m me tomo horas, cualquier movimiento a esa altura demanda de un gran esfuerzo.
El ataque a la cumbre
Después de todo este trabajo, a las 23h00, me encontraba listo para salir a la cumbre, era una noche un poco cubierta, nevaba un poco, pero yo me sentía muy bien, estaba muy optimista y me sentía bastante solvente. En esas condiciones partí rumbo a la conquista de uno de mis más grandes sueños, sabía que iba a encarar la mayor lucha que jamás había tenido en mi vida, los primeros 450m, los pude sortear sin mayor dificultad, en medio de una terrible nevada, que algunas veces me hizo pensar que no iba a poder subir por el mal clima. Con la llegada a la gran arista que lleva a la cumbre dejó de nevar y también llegó el amanecer, y con esto un paisaje sobrecogedor, El Himalaya desde los 8650m, en toda su magnitud. ¡Qué locura de cordillera! Se me fueron las lagrimas de la emoción. La sombra del Everest se prolongaba en el infinito. Pero también en este punto, por primera vez en mi vida, sentí los estragos de la altura, vomité una vez y me tomo algunos minutos el reponerme. Después de un pequeño descanso y de hidratarme proseguí con el ascenso. Hasta este punto subía al mismo paso que otros expedicionarios que llevaban oxigeno, lo cual hace una diferencia abismal, pero a partir de aquí, ellos se adelantaron, ya que por la falta de oxigeno yo subía más lento.
Un Panorama desgarrador, a un paso de la muerte
Después de haber recorrido una parte de la arista me encontré con un panorama desgarrador. En una pequeña cueva estaba el cadáver de un joven que había muerto el día anterior. Y yo tuve que pasar a escasos centímetros de él, eso fue espeluznante. Y mayor fue la impresión cuando a solo 2 metros de él había otro cadáver. Estaba horrorizado y fue completo el trauma cuando a escasos metros, pasé a lado de un tercer cadáver. ¡Dios mío! ¡estoy en un cementerio! La primera idea que se me pasó fue que ellos eran personas como yo, con el mismo sueño de conquistar la cumbre, y que por sobre agotamiento y falta de oxigeno, cedieron sus vidas al coloso de los colosos, a la montaña más alta del mundo. Me serene y me controlé al máximo para reponerme de ese fuerte impacto y seguir con mi ascensión. Se venía una parte muy crítica de la ascensión: el first y second Step. Son pasos de escalada bastante técnicos y súper expuestos, los mismos que en el agotamiento que me encontraba demandaban del mayor de los esfuerzos. Después de superar cada unos de estos acababa fulminado en un ahogamiento, que me tomaba varios minutos hasta que se regule la respiración y reponerme para seguir adelante. Estaba ya muy extenuado y sentía como la falta de oxigeno afectaba mi desenvolvimiento. Avanzaba muy lentamente y veía como los otros escaladores estaban prácticamente ya en la cumbre. Después de superar este tramo, para complicar más ya mi delicada situación, me encontré con otro cadáver, esta vez era una chica rusa que también había muerto días antes.
Los 150m más difíciles del mundo!!
Me encontraba ya a 8700m. Me faltaban solo 150m. Pero eran los 150m más difíciles del mundo. Me esperaba una larga rampa muy empinada, en la que ya sentí el sobre agotamiento. Lo que más me preocupaba es que iba a estar muy agotado para el retorno. Esa idea rondaba mi cabeza todo el tiempo.
Pero seguía con el ascenso, llegue ya a los 8750m estaba extenuado. Un momento pensé en hacer de ese punto mi cumbre y regresar con fuerza suficiente al campo 4. Hace ya mucho tiempo que los demás escaladores se habían cruzado conmigo en su descenso. Yo estaba allá arriba en el ultimo punto del planeta completamente solo, y fue a partir de ese momento en el que más que mi fuerza física, me obligaba a seguir adelante toda la filosofíaque me había llevado allá arriba: la motivación, mi sueño de llegar a la cumbre del Everest, el compromiso con toda la gente que había confiado en mi, la responsabilidad que tenía porque estaba representando a mi país y todas esas cosas, ahí saque a flote algo que todavía no conocía en mí, elevé mi poder de voluntad a sus máximas expresiones, saque toda mi fuerza, el carácter, mi temperamento, la tenacidad, mi severidad conocieron sus límites, y seguía adelante, poco a poco, paso a paso.
Me acordaba de toda la gente que estaba conmigo, que había confiado en mí, el compromiso que tenía al estar representando a mi país. Mi sueño de conquistar la montaña más alta del mundo. Todo eso me motivaba a seguir adelante. Dos veces pensé en dejar ahí la ascensión y hacer de ese punto mi cumbre. Me aterraba la idea del descenso. Que no avance a bajar por lo extremadamente cansado que estaba, y era muy lógico. Pero la tenacidad de mi idea: “No rendirme y guerrear hasta el final para conseguir mi sueño” no me permitía sucumbir y seguía, ya llegué a 8800m. ¡Dios santo ya no doy más! Pero no iba a abandonar ahí a 50 metros de la cumbre uno de los mayores sueños de mi vida y seguí guerreando con toda el alma! A veces lloraba por la situación extrema en la que me encontraba.
La conquista del Techo del Mundo
Ya estaba bastante tarde, era medio día y se nubló totalmente la montaña. Pero ahí guerreaba paso a paso y llevaba a los límites de trabajo mi cuerpo que me imploraba a gritos que pare. Pero estaba decidido a realizar mi sueño, sentía que rompía mis músculos. Ya me faltaba muy poco y así paso a paso, con mi cuerpo acabado, veía como lentamente me posaba sobre el punto más alto de la tierra. Quería gritar de la excitación que me envolvía, estaba ahí en la cumbre del Monte Everest, estaba en los mismos confines del infinito, no había nada en este mundo que este más alto que mis pies. Brotaban de mis ojos las lagrimas más lindas que jamás habían brotado. El sobresalto de la emoción hacía estremecer mi cuerpo. Mis piernas estaban aniquiladas. Pero estaba feliz, orgulloso de haber cumplido mi sueño. Agradecí a su majestad, la ultima cota del planeta, el Monte Everest, por darme el honor de estar en su cumbre, por permitirme tener el orgullo de ondear la bandera de nuestro país, agradecí a la vida por este grandioso momento.
Después de meditar, reflexionar y filosofar sobre este acontecimiento y también de inmortalizar esos momentos en mi cámara y filmadora, inicié el descenso.
El Descenso
Inicié el descenso. Era la parte más delicada. El 90% de accidentes ocurren en el descenso. Me preocupaba más por lo agotado que estaba y me asustaba la idea de perder la conciencia, que es muy típico por el sobre esfuerzo y la falta de oxígeno. Generalmente la falta de lucidez invita a descansar, y a esa altura es un descanso del que uno no se levanta más. Y yo me había topado con cuatro cadáveres que me lo recordaban a cada instante, de manera que baje sin descansar en lo absoluto, con la firme idea de llegar sano, completo y salvo de regreso con los míos. No me detuve ni siquiera para hidratarme. Con el ocaso, llegué al campo cuatro. Una vez ahí, decidí dormir en la carpa de unos amigos sherpas, ya que mi carpa estaba a 8100m, 200m más abajo y ya era muy tarde. Los Sherpas me sugerían que les compre oxígeno para dormir a esa altura, pero a pesar de mi sobre agotamiento, yo sentía que mi fisiología trabajaba muy bien. Y realmente no quería usar oxigeno. Al otro día temprano en la mañana, me desperté todavía bastante cansado, pero me sentía muy bien y más que todo quería regresar lo más pronto posible. El levantarme y alistar mis cosas, me tomó hora y media, claro estaba a 8300m. Luego la idea era bajar desarmando todos los campamentos y regresar el mismo día al campo base avanzado, tamaño esfuerzo que me esperaba!
Ese día a las diez de la noche, con una mochila de casi 40 Kilos, llegué al campo base avanzado, con mi cuerpo completamente aniquilado, pero con la mayor de todas las satisfacciones de mi vida, con mi sueño cumplido, así como me había prometido al inicio:
-Bajar completamente intacto.
-Conquistar la cumbre solo sin oxigeno suplementario.
-Ondear la bandera de mi país en lo más alto del planeta.
-Y documentar lo más que pueda la ascensión, para luego compartir con todos, todas esas vivencias.
El retorno
Seguidamente, luego de un descanso, descendí al campo base chino, organicé mi equipo, ultimé cualquier detalle y el tan añorado y feliz retorno a mi siempre tan extrañado país. Donde me esperaba un gran recibiendo, con medios de prensa, Chiva fiesta y todo.
La Enseñanza – Moraleja.
El haber subido a la cumbre del Everest y todo lo que representa la preparación para este tamaño reto, me ha dejado una vida de enseñanzas.
En mis inicios de andinista hace unos trece años, me propuse escalar el Everest antes de mis treinta, cuando aun no tenía noción de la magnitud de lo que estaba hablando. Lo escalé a los treinta y uno, casi como me planteé, pero creo que si no hubiera tenido ese sueño original ese objetivo inicial, no lo hubiera escalado este año y talvez nunca, y no hubiera tenido la fuerza suficiente para superar todos los escalones, las caídas, los bajones y todas las dificultades que se me presentaron en este largo recorrido como montañista, desde que comencé en las caminatas en nuestros páramos hasta escalar las más altas, alejadas e inhóspitas montañas del mundo. Y también sortear la cumbre financiera.
La moraleja más importante que me ha dejado el Everest y la que siempre voy a compartir con todos y especialmente con los que están dispuestos a soñar es:
“No importa que tan grande es el sueño que uno tenga, lo importante es no abandonarlo nunca, sino seguir soñando hasta transformarlo en una idea sólida, idea que nos lleve a una acción, entonces, ponerle todo de nuestra parte, la voluntad, el entusiasmo, el carácter, el temperamento, el positivismo, la fe, la energía necesaria y luego perseverar y perseverar hasta conseguir el objetivo y que la fuerza por ver el sueño cumplido sea el motor para sobrepasar las miles de barreras que vamos a encontrar en el camino”
Y de esta manera con el ejemplo del sueño cumplido, daremos nuestro aporte, nuestro mensaje a nuestro país y a esta sociedad, habidos de valores, principios y sueños. Y así fomentar la fe, el entusiasmo, el optimismo, la esperanza de un mejor futuro.
Mi dedicación de todo este trabajo:
“Chise” la linda japonesa que confió en mí, me apoyó y me abrió las puertas a todo lo que estoy haciendo.
En mis inicios como andinista hace quince años, me propuse escalar el Everest antes de mis treinta. Lo escalé a los treinta y uno, casi como me planteé, pero creo que si no hubiera tenido ese sueño original ese objetivo inicial, no lo hubiera escalado ese año o tal vez nunca.
La lección que me ha dejado el montañismo que aplico en todas las áreas de mi vida es: alcanzar cumbres me ha enseñado que“No importa que tan grande es el sueño que uno tenga, lo importante es no abandonarlo nunca, si no seguir soñando hasta transformarlo en una idea sólida, idea que nos lleve a una acción, así , entregar todo de nuestra parte, la voluntad, el entusiasmo, el carácter, el temperamento, el positivismo, la determinación, la fe, la energía necesaria y luego perseverar y perseverar hasta conseguir el objetivo, estas acciones nos permitirán crecer más como personas, trascender como seres humanos y dar nuestro aporte como muestra de nuestro paso por la vida. y que la fuerza por ver nuestros sueños cumplido sea el motor para sobrepasar las miles de barreras que vamos a encontrar en el camino”
Patricio Tisalema